Para iniciar este artículo vamos a parafrasear una cita de Los Simpson: “Voy a ser sincero y sincero quiere decir desgarrador”. Con algunas honrosas excepciones, el servicio de transporte público en México es fatal. Y que conste que antepusimos la frase “con algunas honrosas excepciones”.
Dado el tema que hoy nos ocupa, no hablaremos de los desvencijados, contaminantes, arcaicos y sucios camiones del transporte público que recorren las calles, avenidas y carreteras de México, ni de sus inurbanos conductores. Ese será tema para otra ocasión.
En un país como el nuestro, donde los taxis son sinónimo de autos inseguros, viejos y contaminantes, conducidos por individuos que no respetan la más nimia regla de urbanidad o tránsito, la llegada de Uber en agosto del 2013 significó un respiro para todos los usuarios que ya estábamos hartos de los Tsurus conducidos por trogloditas que iban escuchando temas de banda a todo volumen o en el mejor menos peor de los casos, incoherentes temas de reggaetón, mientras zigzagueaban entre el tráfico y hacían caso omiso de las señales de tránsito y los semáforos en rojo.
Aunque la aplicación tardó un poco en ser conocida por el público en general (yo mismo la conocí hace apenas dos años), poco a poco, ayudado por el boca-en-boca, Uber fue creciendo en fama y uso hasta convertirse en uno de los principales medios de transporte de muchos mexicanos.
Esto era lo que nos gustaba de Uber
Pese a la renuencia de los taxistas, que de la noche a la mañana vieron menguados sus ingresos, Uber se convirtió en la luz al final del túnel: autos seguros, limpios, conducidos por hombres vestidos de traje, que te abrían la puerta del auto y una vez dentro, te ofrecían una botella de agua al tiempo que encendían el aire acondicionado y te preguntaban qué tipo de música deseabas escuchar, ¡aquello era el paraíso!
De la noche a la mañana, los usuarios dejamos de lado el miedo de abordar un taxi a las diez, once o doce de la noche, con miedo a que nos asaltaran o nos cobraran de más, por los taxímetros amañados.
La aplicación de Uber te permitía darte una idea de cuánto ibas a pagar por el viaje, hacerle saber a tu familia la hora de llegada y arribar a tu destino por un precio muy por debajo de lo que regularmente pagabas por un taxi ordinario.
Uber fue un éxito en México y prueba de ello es el crecimiento sostenido que ha experimentado en los tres años que tiene de operar en territorio nacional. De ser un servicio disponible en algunas entidades como CDMX, Guadalajara, Monterrey y EdoMex, en la actualidad Uber está disponible en 27 ciudades de la República Mexicana.
Uber logró al cierre del año pasado un millón 200 mil servicios para usuarios en México, así como 39 mil conductores.
Con el auge de la plataforma vinieron más problemas: la regulación por parte de los gobiernos, el creciente descontento de los gremios de taxistas, que lejos de mejorar para ser más competitivos, simplemente declararon una ilógica guerra en contra de los conductores de Uber, que lo único que deseaban era obtener ingresos extras ofreciendo un mejor y más seguro sistema de transporte.
En sus inicios, los requisitos para ser conductor de Uber eran estrictos:
- El chofer debe estar dado de alta como persona moral en el Servicio de Administración Tributaria (SAT), así podrá cobrar por el servicio y pagar impuestos.
- Tener un auto de gama media o alta modelo 2008 en adelante; de color negro, y tener radio y aire acondicionado.
- Realizar un examen de habilidades de manejo: La persona se registra en línea y lo llamaban para que hacer la prueba.
- Examen toxicológico o antidoping: Estos exámenes debían ser aprobados independientemente de haber aprobado el examen de conocimientos.
- Examen psicológico
- Presentar carta de antecedentes no penales.
- Contar con seguro de gastos en caso de accidente, de cobertura amplia.
- Tener licencia de conducir vigente.
- Aprobar una entrevista presencial con Uber.
El encanto de Uber comienza a extinguirse
Con el avance de la plataforma y el aumento de la demanda, la empresa con sede en San Francisco implementó el servicio UberX. Ese fue, posiblemente, el primer paso en el declive de la calidad del servicio. Los primeros síntomas del Efecto Taxi llegaron cuando los requisitos para ingresar a la plataforma se hicieron más laxos: ya no se requería pasar por el examen presencial.
Además, la empresa fundada en 2009 por Garret Camp y Travis Kalanick fue más flexible a la hora de aceptar autos: cualquier ejemplar de modelo 2008 a la fecha, no importando que fuese compacto o subcompacto. Dicho de otra forma, Uber dio la bienvenida a Chevrolet Aveo, Nissan Tiida o Nissan Versa, entre otros más.
Poco después, con la llegada del servicio UberPool, la empresa dio un salto más hacia atrás. Muy pronto los conductores alzaron la voz demandando un mayor porcentaje y quejándose que el servicio de UberPool beneficiaba más a la empresa y a los usuarios que a ellos. De esta forma, comenzaron a hacer paros y a manifestarse en sitios públicos, exactamente como si fuesen taxistas.
Esto es Uber hoy en día
El Efecto Taxi se apoderó completamente del servicio. UberX, el servicio más solicitado de Uber hoy en día es, por así decirlo, un servicio de taxi elegante, con conductores que ya ni por asomo usan corbata. Igual los puedes ver vestidos de mezclilla, que con pantalón de casimir y en mangas de camisa.
Aunque no es generalizado, muchos de esos conductores escuchan la música que a ellos les agrada, las tradicionales botellas de agua casi se han extinguido y la amabilidad ya no es la característica dominante entre todos ellos.
Asimismo te puede tocar un vehículo con más golpes que Rocky, sucio o muy descuidado. Igual que los taxis en los que antes nos transportábamos.
Experiencias propias me han permitido viajar con conductores –probablemente ex taxistas- que de plano apagan el GPS y toman las rutas que para ellos son las mejores. Asimismo me ha tocado ser presa del espíritu capitalista de Uber que me ha cobrado a mí una penalización porque al conductor se le ocurrió cancelar el viaje.
Y ni hablar de la aplicación que cada día tiene más problemas. Su GPS falla continuamente. Pese que la empresa eliminó sus abusivas tarifas dinámicas, los cobros en general, ya no son tan atractivos como antes. A mayor demanda, mayor precio, parece decir Uber, que con su masificación parece haber olvidado sus directrices.
Ante el rezago e inconvenientes de otras plataformas como Cabify, que se quedó muy atrás en la carrera e EasyTaxi que de plano no da pie con bola en México. Uber se erige como el servicio dominante en el mercado nacional.
Ciertamente continúa siendo un mejor servicio que el de los taxis ordinarios. Más seguro y relativamente más barato, pero ya no es lo que fue hace algunos años. Aún con todos estos inconvenientes, Uber sigue siendo una buena opción en cuanto a transporte, pero en algún momento, alguien debería apretar algunos tornillos y tratar de regresar a sus inicios.
¿Ustedes qué opinan?
En Motorpasión México | Cinco puntos clave para entender el conflicto de Uber en CDMX
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La noticia El efecto taxi: Así es como Uber ha ido perdiendo su encanto en México fue publicada originalmente en Motorpasión México por Marcos Bureau .
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