En México acabamos de presenciar la llegada de la Chevrolet S10 Max, una nueva pick-up de trabajo que busca complementar la alineación de camionetas de la marca estadounidense. Aterriza en un segmento realmente reñido con un líder claro que ha disfrutado desde lugar durante décadas y a continuación te contamos nuestras primeras impresiones.
Producto de la alianza con otros grupos automotrices
La Chevrolet S10 Max es otro producto que proviene de la alianza de General Motors con otros grupos automotrices al rededor del mundo. En este caso, su origen es chino y viene de la marca Maxus y su modelo T60. Cabe destacar que Maxus es parte de SAIC Motors, ese conglomerado chino con el que GM colabora para fabricar algunos de sus modelos de forma local en el país asiático y desde el cual también han tomado prestados modelos como el Aveo, Groove y Captiva.
Visualmente es más que clara esta alianza, pues aunque lleve los emblemas de la marca, no termina de cuadrar del todo con la línea de diseño a la que ya nos acostumbró Chevrolet. Realmente respecto al modelo original, solo reemplazó la parrilla y la tapa dela batea.
Como equipamiento encontraremos faros y calaveras de halógeno, rines de 16" y acorde a la versión podrá llevar: fascias, espejos y manijas al color de la carrocería o ir totalmente en en plástico de color negro.
La S10 Max se ofrece en tres variantes de carrocería, incluyendo: Cabina Chasis, Cabina Regular y Cabina Doble. En su configuración de cabina doble puede llegar a medir hasta 5,395 mm de largo.
En su batea podrá cargar entre 885 kg y hasta 1,010 kg. La versión Cabina Chasis puede soportar hasta 1,200 kg incluyendo la caja que se le coloque. El volumen de carga de la batea es de hasta 1,883 litros.
Interior con lo necesario para el trabajo
Por dentro la Chevrolet S10 Max deja ver su orientación al trabajo, pues viste todo con materiales firmes para mayor durabilidad y resistencia a la suciedad. Afortunadamente el mismo diseño del tablero propone un poco más para no lucir simple. Hay un par de insertos de colores contrastados y en la versión tope de gama, hasta una pantalla táctil de 10" compatible solo con Apple CarPlay.
Acorde a la versión, podrá llevar: aire acondicionado automático de una zona, seguros, cristales y espejos eléctricos, asientos forrados en piel sintética, entre otros.
Si bien, es práctica al tener varios lugares para guardar cosas, al menos dos puertos USB para y espacio suficiente para viajar con comodidad; algo que le quita algo de confort es el hecho de que no cuenta con ajuste de profundidad en el volante, solo puede modificar su altura. Esto propicia que sea difícil encontrar una posición de manejo adecuada.
Seguridad completa solo para la variante tope
A nivel de seguridad Chevrolet resolvió bien a la S10 Max solo en sus dos versiones más costosas, especialmente en la tope de gama donde podremos encontrar: 6 bolsas de aire, frenos ABS, control electrónico de estabilidad, asistente de ascenso y descenso en pendiente, cámara de reversa y sensores de reversa. La variante inferior a la tope, pierde la cámara de reversa por no llevar pantalla, pero al menos conserva el sensor de proximidad.
Desafortunadamente para las variantes de cabina regular se pierden muchos elementos. Aquí solo encontrarás 2 bolsas de aire y frenos ABS. Me hubiera parecido correcto añadir el control electrónico de estabilidad, especialmente ya que estas dos versiones podrían ser las de mayor volumen de venta y las que constantemente más carga podrán llevar.
Un motor con punch
Durante nuestra ruta por Guadalajara junto a Chevrolet y su S10 Max, tuvimos la oportunidad de conducir la variante tope de gama que bajo el cofre lleva un motor turbo de gasolina de 4 cilindros y 2. litros. Este bloque desarrolla 218 hp y 258 lb-pie de par. En este caso contamos con tracción 4x4 y caja manual de 6 velocidades.
Las reacciones al no llevar carga son bastante buenas, se siente ligera y responde bien, con unas relaciones muy cortas al inicio para poder aprovechar mejor el par y así mover la carga sin tantas complicaciones. Ya a velocidad sale a flote la naturaleza de una pick-up para trabajo, pues es más que notorio que la parte trasera se vuelve saltona.
La dirección por su parte es muy suave, así que maniobrar no será difícil. La suspensión también es suave y su altura hacen más que evidente el balanceo de carrocería. En pocas palabras, ofrece las sensaciones comunes para una camioneta de trabajo.
Finalmente los frenos me parece que muerden con mucha fuerza y transmiten seguridad para poderla detener, al menos sin carga, la reacción es agradable. Referente a consumos no podemos dar un estimado real, pues la ruta fue a velocidad y algo corta. Aunque la marca anuncia en sus cifras oficiales hasta 10.3 km/l en ciudad. En la realidad la cifra debería estar unos 2 o 3 km/l más abajo, especialmente a la altura de la ciudad de México, pero eso ya lo comprobaremos cuando le pongamos las manos encima por toda una semana.
Acorde al motor, su capacidad de arrastre puede variar entre 500 kg y 1,500 kg.
Una oferta para llamar la atención
La Chevrolet S10 Max apunta claramente a las pick-up medianas de trabajo de acceso, tanto por equipo como por capacidades. Su punto más llamativo y fuerte serán los precios, pues arrancando desde $379,900 y terminando en $599,900 puede ofrecer una solución sin gastar tanto. Aunque claro debe ser una compra bien analizada para constatar que lo que ofrece puede satisfacer las necesidades de nuestro negocio.
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La noticia Chevrolet S10 Max, primeras impresiones: una pick-up de trabajo que optimiza precio y equipo fue publicada originalmente en Motorpasión México por Mau Juárez .
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