Una nueva marca de autos está a punto de llegar a México. Chirey, proveniente de China y conocida mundialmente como Chery, prepara su llegada a nuestro país este verano, y lo que nos adelantan promete bastante. La firma china viene con ganas de llevarse una buena rebanada de las ventas de autos en México, y el Chirey Tiggo 7 Pro planea convertirse en uno de los más populares de la gama. ¿Tiene lo necesario para plantar cara a modelos de carácter global? Lo tuvimos a prueba antes de su lanzamiento.
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Chirey Tiggo 7 Pro Luxury 1.5T Luxury
$520,000 (estimado)
- Motor: 4 cilindros turbo de 1.5 litros
- Potencia: 154 hp @ 5,550 rpm
- Par: 169 lb-pie @ 1,750 rpm
- Transmisión: Automática CVT
- Tracción: Delantera
- Frenos: Disco / disco
- Suspensión delantera: Independiente tipo McPherson
- Suspensión trasera: Independiente multibrazo
- Longitud: 4,500 mm
- Cajuela: 450 litros
- Consumo en ciudad: 9.5 km/l
- Fabricado en: China
Chirey aún se encuentra ajustando los últimos detalles para su lanzamiento en México, previsto para algún momento de junio o julio. Su objetivo es posicionarse con modelos de buena relación valor-precio, alta nivel de equipamiento y que, más allá del producto, sean compras interesantes a largo plazo. Por poner un ejemplo, la marca está analizando la idea de ofrecer garantía de 10 años o un millón de kilómetros.
El Tiggo 7 Pro será uno de sus modelos protagonistas en México. Se trata de un SUV compacto que entra a la misma categoría que Volkswagen Taos, Mazda CX-30 y compañía, y cuyo diseño juega a la segura. Chirey no buscó un modelo de líneas extravagantes que fuese sólo del gusto de unos cuantos, pero tampoco un SUV que pecara de simplón. El resultado es un Tiggo 7 Pro de carácter robusto, con iluminación de LED, parrilla decorada con puntos cromados y cierto sabor todoterreno, que se ha vuelto casi mandatorio para la categoría.
Lo que me llama la atención de este modelo es que a simple vista podríamos pensar que se trata de un SUV más grande, con una talla similar a Honda CR-V o Toyota RAV4 —con los que de algún modo también busca competir—, aunque sus dimensiones sean más cercanas a las de Taos o Corolla Cross. Su diseño lo hace lucir más grande de los 4.5 metros que tiene de defensa a defensa.
Un interior sorpresivamente atento al detalle
Lo más interesante del Chirey Tiggo 7 Pro es su interior, en particular su atinada selección de materiales. Hay mucho plástico de tacto gomoso, algunas piezas forradas en cuero, decoraciones que simulan aluminio cepillado y una consola central dominada por un acabado negro brillante — que habrá que ver cómo sobrelleva los arañazos con el paso del tiempo. Ninguna pieza llega a sentirse económica, y la calidad de armado está al nivel de la categoría, sin uniones flojas o ruidos al conducir.
El diseño de la cabina luce contemporáneo. El control de la climatización es táctil —yo prefiero perillas— y muy similar a lo que ofrecen los últimos modelos de Volkswagen. El panel es sumamente sensible a los roces, pero tiene relieve que facilita saber qué estamos haciendo sin necesidad de desviar —tanto— la vista del frente.
Al centro del tablero hay una pantalla de 10.25" para el sistema de infotenimiento. Su interfaz luce bastante sencilla, como si fuese una simple base de Android, pero a fin de cuentas es compatible con Android Auto y con Apple CarPlay. Probablemente el 90% de los clientes no utilicen la interfaz nativa de Chirey, sino la compatible con sus teléfono. La pantalla tiene buena resolución y responde rápido.
Su mejor carta de presentación sin duda se encuentra en el equipamiento. Aun sin conocer el precio, pero viendo lo que ofrece en comparación con otros modelos de la categoría, el Chirey Tiggo 7 Pro parece interesante. Lleva asientos delanteros con ajuste eléctrico, climatización automática bizona, cuadro de instrumentos parcialmente digital (pantalla de 7"), freno de estacionamiento eléctrico, llave inteligente, faros de LED de encendido automático, techo panorámico, cargador inalámbrico, iluminación ambiental y cámara de visión de 360º, que además activa un render 3D automáticamente al girar el volante hacia la derecha para no golpear banquetas.
En general su configuración es bastante completa, aunque hubo un par de aspectos que me hubiera gustado encontrar, como un espejo retrovisor electrocrómico y asistencias de conducción avanzadas. El Tiggo 7 Pro llega a México con ABS, control de estabilidad y seis airbags, pero no freno autónomo de emergencia, monitor de punto ciego o asistente de mantenimiento de carril.
Hasta ahora Chirey no ha confirmado cuántas versiones del Tiggo 7 Pro se ofrecerán en México. En su momento estaban analizando una gama compuesta por dos niveles de equipamiento, muy similares en cuanto a confort, pero con sólo cuatro airbags en la versión de entrada. Esperemos que hayan escuchado nuestra retroalimentación y ofrezcan las seis bolsas de aire como equipamiento de serie en todas las versiones. La seguridad no es negociable.
Finalmente hablemos de espacio. Aun con talla de 4.5 metros de largo, el Chirey Tiggo 7 Pro ofrece una cabina sumamente amplia, de lo mejor que hay en la categoría en cuanto a lugar para piernas y para cabeza; quizá sea uno de los SUV compactos en los que mejor se acomoden pasajeros altos. Ofrece, además, puerto USB de carga para quien viaje atrás, salidas de A/C traseras y descansabrazos central. La cajuela también es amplia.
Motor turbo y conducción suave
Históricamente, los autos provenientes de China que hemos probado han mejorado interiores y se han esforzado por elevar su nivel de equipamiento, pero el manejo seguía siendo su talón de Aquiles. Lo que me encuentro con el Tiggo 7 Pro no es nada de eso. Este SUV de Chirey convence al volante, con una buena calidad de marcha y buen aislamiento de ruido y vibraciones; no sientes el motor al volante o en los pedales. Tiene una marcha hasta cierto punto sedosa.
La puesta a punto de la suspensión me agradó bastante. Es muy suave y amortigua correctamente, sin tendencia a lanchear. Tiene la suavidad necesaria ser cómoda, pero a la vez transmite buena sensación de aplomo. Como sucede en la mayoría de los modelos en esta categoría, el Tiggo 7 Pro apunta totalmente hacia el confort, no a lo deportivo.
Cuando buscas una conducción más demandante, quizá en carretera de curvas, te das cuenta que la suavidad de la suspensión se convierte en cierta tendencia a inclinar la carrocería. No llega a comprometer la sensación de control, pero sí rompe con cualquier sensación de manejo entusiasta. Es un SUV que quiere ser cómodo para viajes largos, y eso lo cumple.
Ahora bien, hablemos del motor. El Chirey Tiggo 7 Pro llega a México con un motor turbo de 1.5 litros de 154 hp y 169 lb-pie, con transmisión automática CVT. Del motor me gustó que, aunque sí hay algo de turbolag, tampoco llega a sentirse lento en arranques. El retraso en la entrada de su turbo es menos escandaloso que, por ejemplo, un Volkswagen Taos.
La transmisión me sorprendió. Sí, es CVT, pero está bien programada para no llegar a provocar ruido excesivo del motor ni estancarse en algún punto de las revoluciones. Los cambios simulados están bien logrados y su respuesta, en general, es suave, al grado que no llegas a extrañar una transmisión automática tradicional. Tiene la opción de controlarse de manera manual desde la palanca de cambios —que, por cierto, tiene mejor tacto que el de muchas otras marcas.
Con esta combinación de motor y transmisión, el Chirey Tiggo 7 Pro busca el equilibrio. Sus 154 hp son suficientes para la mayoría de las necesidades. No es un SUV rápido ni lento; el poder le queda a la medida para moverse a buen ritmo en carretera, con soltura en ciudad y sin disparar el consumo de combustible. En ciudad reportó un rendimiento de 9.5 km/l, el promedio de la categoría.
8.6
A favor
- Buenos acabados interiores.
- Espacio interior bien aprovechado.
- Buen nivel de equipamiento.
En contra
- No incluye asistencias de conducción avanzadas.
- Se extraña un espejo retrovisor electrocrómico.
- El acabado negro piano podría rayarse con el paso del tiempo.
El Chirey Tiggo 7 Pro viene a México con pasos firmes
Cuando hablamos de modelos provenientes de China, siempre está el morbo de conocerlos o la impresión de que son autos de mala calidad. Si tú piensas eso, no te culpo, tuvimos muy malos embajadores de autos chinos en México gracias a Elektra hace algunos años, y a nivel regional otras marcas chinas tampoco han dejado buena impresión en Latinoamérica.
Eso no significa que todas sean iguales. Lo que tenemos aquí es una Chirey evolucionada, que no sólo compite contra otras marcas chinas como JAC o MG, sino que es capaz de ponerse al tú por tú con marcas globales, como Hyundai, KIA, Suzuki o Nissan. El Tiggo 7 Pro, en concreto, puede hacerlo.
Su nivel de refinamiento interior, la calidad de los materiales y equipamiento lo convierten en una opción interesante, a reserva de saber el precio final —estimo algo entre 450,000 y 520,000 pesos—. Como producto es una opción bastante equilibrada, pero como compra a largo plazo puede tener aún más potencial. Chirey viene con ganas de triunfar en México, y quiere lograrlo con una agresiva entrada en la que se esperan 40 concesionarios al momento del lanzamiento de la marca en el país —con potencial a más agencias hacia fin de año—, ofertas de financiamiento interesantes y rápida disponibilidad de unidades. Ahora sólo queda esperar todos los detalles.
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La noticia Chirey Tiggo 7 Pro, a prueba: un SUV compacto que llega a México desde China con pasos sólidos fue publicada originalmente en Motorpasión México por Gerardo García .
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