El GR Yaris es uno de esos autos que simplemente me ponen de buenas. Cuando vi que el apellido Gazoo Racing llegaba al Corolla... lo admito, sonreí. El GR Yaris dejó tan buena impresión en Japón, Europa y Latinoamérica, que EE. UU. dijo "yo también quiero". Al no tener acceso a un Yaris, su solución fue replicar la fórmula en un Toyota GR Corolla.
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Basta con un vistazo rápido para darse cuenta de que el GR Corolla se cuece muy por separado del resto de la gama Corolla. El grado de modificación ha sido tan meticuloso, que incluso se tuvo que ensanchar para dar cabida a todas las mejoras mecánicas. También hay accesorios aerodinámicos específicos que no sólo lo hacen lucir más racing, sino que cumplen con una función específica de ventilación.
Debo admitir que hay cierto sabor a tuning en su apariencia y me agrada. Desde el diseño de los rines negros —de 18 pulgadas— hasta las múltiples salidas de aire, sin pasar por alto lo espectacular de la trasera. Quizá el alerón quedó discreto, pero el difusor es bastante peculiar: tiene tres salidas de escape.
Una dinámica muy old-school, pero apta para el día a día
Vamos con lo bueno, el manejo. El Toyota GR Corolla hereda todo del GR Yaris, incluido el motor turbo de "sólo" tres cilindros y 1.6 litros, aunque en este caso se incrementó el poder hasta llegar a 300 hp y 273 lb-pie. Toyota tenía claro que el Corolla es un vehículo más pesado, por lo que ajustó el motor para dejarlo en igualdad de condiciones frente al GR Yaris.
Lo delicioso de este auto no sólo está en sus números, sino en su sabor tan mecánico. ¡El GR Corolla apuesta por tres pedales! Lleva una transmisión manual de seis velocidades bien calibrada para un hatchback de tacto deportivo, aunque es cierto que su puesta a punto se nota un tanto distinta a la de un GR Yaris. Comienzan a salir las diferencias.
El GR Yaris tiene un tacto muy radical, explosivo y sumamente juguetón. El GR Corolla también es un hatchback muy divertido y capaz de satisfacer a los conductores más entusiastas, pero por su misma distancia entre ejes —mayor que al de un GR Yaris— su marcha se siente menos juguetona y más refinada. Quizá pierde dos rayitas de tacto deportivo, pero gana otras dos en términos de utilidad para el día a día.
Que no se malinterprete. El GR Corolla es preciso, es ágil, es tremendamente divertido y capaz de hacer sudar a tu hatchback favorito —sea Golf R, CUPRA León o incluso Civic Type R—. La dirección es altamente comunicativa y la suspensión tiene un tacto firme, digno de un hot-hatch; menos saltón que un GR Yaris y, por lo tanto, más efectiva para calles en mal estado.
Hay muchas preparaciones deportivas para que este auto trace curvas con tanta destreza. En primer lugar, el techo está fabricado en fibra de carbono —baja el centro de gravedad—; en segundo, el sistema de tracción integral GR Four admite distintas configuraciones. Te permite elegir entre distintos programas, desde uno clásico para enviar la mayoría del poder al eje delantero o repartirlo equitativamente entre ambos ejes, hasta uno que manda el 70% del poder a las llantas traseras. Una máquina de donas, si así lo deseas.
Su clave frente al Yaris: la cabina
Quizá el mayor beneficio de un GR Corolla frente a un GR Yaris está al interior. Contar con puertas traseras lo vuelve más práctico; quizá su silueta no tiene el encanto de un hatchback de tres puertas, pero en el día a día agradecerás tener puertas atrás.
Desde el puesto de conducción también se siente un mayor grado de refinamiento. Hay materiales más suaves, un cuadro de instrumentos completamente digital —con herramientas muy racing— y asientos tipo cubo tapizados parcialmente en piel y el gamuza. Se siente "más coche" que un GR Yaris, aunque confieso que su grado de atención al detalle se queda un escalón abajo de un CUPRA León o un Golf R.
Su equipamiento incluye cargador inalámbrico para teléfonos, infotenimiento compatible con Android Auto y Apple CarPlay, llave inteligente, climatización automática —con función Eco, curioso—, faros de LED y todas las asistencias de la suite Toyota Safety Sense.
No está confirmado para México, pero aquí lo queremos
Cuando lo vi por primera vez tan solo en fotos, inmediatamente pensé "lo necesitamos en México". Tras conocerlo de primera mano, lo deseo aún más. Quizá no resulte tan juguetón como un GR Yaris, pero es un hatchback más sensato al pensarlo como único auto para el día a día. Práctico, deportivo y tan cómodo como un hatchback con ADN de rally pueda serlo.
Toyota no ha confirmado ni negado la llegada de este modelo a México. ¿Me encantaría tenerlo? Por supuesto, aunque entiendo que no sería un superventas ni sería precisamente accesible. En EE. UU. su precio va de 35,900 a 49,900 dólares, que son entre 691,000 y 961,000 pesos por simple conversión al tipo de cambio.
El GR Corolla ha demostrado tal nivel, que durante las pruebas de manejo para World Car Awards —para las que este año formo parte del jurado— era uno de los autos más codiciados. Es candidato al premio de World Performance Car of the Year.
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La noticia Toyota GR Corolla, a prueba: un delicioso hot-hatch AWD, manual y con 300 hp fue publicada originalmente en Motorpasión México por Gerardo García .
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